martes, 25 de junio de 2013

CUENTO PARA TRABAJAR LA FRUSTRACIÓN CON LOS PEQUEÑOS: CHANA LA RANA


En un charco muy grande que se formó a las orillas de un lago, vivían un grupo de ranas verdes. Tenían una panza amarilla y cada vez que croaban parecían más gordas porque se hinchaban. Una de ellas se llamaba Chana y en otros lugares se la conocía como Chana la rana. A ella le gustaba que las cosas se hicieran como ella decía. Si jugaban tenía que ser a lo que ella quería, si comían tenían que ser los mosquitos de su preferencia y si alguno de sus amigos o familiares le contradecían ella croaba tan fuerte y se hinchaba tanto que parecía más grande, su panza se ponía de color amarillo brillante y sus mejores amigos se iban. Ni a sus amigos ni a sus hermanos les gustaba jugar con ella y cada vez que no la juntaban ella se ponía más enojada”.
Mª Guadalupe Morales.

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