Las canciones de cuna,o nanas, son canciones con un ritmo tranquilo, suave , que se utilizan para arrullar a un bebé y para ayudarlo a dormir.
Según diversos estudios, el ritmo monótono de las nanas es similar a los latidos del corazón y por eso relajan y calman el llanto del recién nacido. Se ha comprobado que la frecuencia cardiaca de los bebés disminuye mientras las están escuchando, igual que su ritmo respiratorio, y esto les ayuda a conciliar el sueño o a sentirse mucho mejor cuando están enfermos; por ejemplo, si tienen cólicos del lactante.
Además, reconoce en ellas el tono cariñoso de sus padres o familiares cercanos, lo que le hace sentirse querido y cuidado, reforzando los vínculos afectivos que estáis creando. Por eso, debes cantarle aunque sea un bebé tranquilo que se duerme con facilidad. No esperes a que se ponga a llorar, es una forma de comunicación que compartís desde que nace.
Aunque el objetivo primigenio de las canciones de cuna era dormir al niño, también puedes cantarle de día como forma de estimulación. No olvides que la canción de cuna está compuesta para el niño que no tiene sueño, que aún tiene ganas de jugar y aprender.
Por eso puedes utilizarla para despertar su inteligencia. Así perfeccionará su sentido del oído y la coordinación de éste con los ojos y con el movimiento de las manos.
Por eso puedes utilizarla para despertar su inteligencia. Así perfeccionará su sentido del oído y la coordinación de éste con los ojos y con el movimiento de las manos.
La música y los niños
Todo lo que es música, para un niño, siempre es positivo. Pero debemos tener en cuenta que ésta debe ser siempre adaptada a sus oídos, a su capacidad de escucha; en definitiva, a su edad.
La música le puede ir muy bien para mejorar el aprendizaje, la coordinación, controlar la ansiedad y mejorar el estado de ánimo, entre otros. Pero, sobre todo para ayudarle a organizarse a nivel interno. La influencia de la música es mucho mayor de lo que creemos.
Cuanto antes se exponga la música al niño más beneficios le aportará, sea como terapia o sea como uso lúdico. De hecho, el uso de canciones para enseñar habilidades académicas, sociales y motoras a niños pequeños se ha convertido en una práctica común para algunos profesores y educadores de música y, por supuesto, para muchos musicoterapeutas de los Estados Unidos.
Hay muchos estudios que demuestran que la música y sus componentes producen patrones de actividad eléctrica cerebral. Esto lleva a una mayor eficacia en cuanto al funcionamiento del cerebro, no sólo como rector de los procesos cognitivos sino también como regulador de las funciones vegetativas del organismo.
la música, además es una herramienta muy utilizada en la terapia creativa que presenta múltiples beneficios:
- estimula la expresión de los problemas y las inquietudes
- favorece el desarrollo emocional y afectivo
- agudiza la percepción auditiva y táctil
- estimula la actividad y mejora la coordinación motriz
- fomenta la interrelación social
- ayuda en la formación, desarrollo personal y superación de dificultades de aprendizaje.
Hola Raquel hace unos días leí tu entrada y me interesó tanto que lo puse en funcionamiento, cada noche le canto a mi hija de 3 años una canción antes de dormir y concilia el sueño enseguida.
ResponderEliminarGracias.